El golpe que nadie espera
En una industria donde los conductores pasan más horas en carretera que en casa, la seguridad dentro de la cabina es muchas veces subestimada. Mientras que se invierte en mantenimiento, telemetría y planificación de rutas, elementos esenciales como los cinturones de seguridad, los asientos con absorción de impacto o los airbags aún no reciben la atención que merecen.
La llamada “seguridad pasiva” se refiere a todos aquellos sistemas que no evitan un accidente, pero que minimizan sus consecuencias. En camiones, donde las velocidades pueden ser menores que en autos, pero la masa y la energía cinética son inmensas, este tipo de seguridad puede ser la diferencia entre una lesión leve y una tragedia.
Datos que no se pueden ignorar
Un informe reciente del Instituto Nacional de Transporte Seguro reveló que, en 2023, al menos el 38% de los conductores de carga que sufrieron lesiones graves en accidentes no llevaban puesto el cinturón de seguridad. En zonas rurales o turnos nocturnos, esa cifra supera el 50%.
A diferencia de los autos particulares, los camiones tienen puntos ciegos más amplios, tiempos de frenado más largos y, en muchos casos, cabinas más expuestas. En una colisión, el conductor sin cinturón puede ser lanzado contra el volante, expulsado por el parabrisas o quedar atrapado bajo el tablero.
¿Qué avances existen en seguridad pasiva?
Hoy en día, algunos camiones de última generación vienen equipados con:
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Airbags frontales y laterales para cabina
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Asientos con sistema de absorción de impacto en choques frontales
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Cabinas reforzadas con zonas de deformación programada
Además, los cinturones de seguridad de tres puntos, con pretensores que ajustan la tensión durante un impacto, están siendo incorporados en unidades nuevas, pero aún hay muchas flotas que operan con equipos anticuados.
Más allá del equipo: la cultura de prevención
La tecnología salva vidas, pero también lo hace la disciplina. Campañas de concientización, inspecciones aleatorias dentro de la empresa y la inclusión del cinturón como parte del “checklist” diario son prácticas que pueden instaurarse con bajo costo y gran impacto.
La seguridad pasiva no se ve hasta que es demasiado tarde. Y para un conductor que se enfrenta a lo inesperado en la carretera, tener el cinturón abrochado podría ser lo único que marque la diferencia entre volver a casa o no.